Río Tinto: ¿Qué hay detrás de las promesas de desarrollo económico?

17.07.2012 10:45
 
¿Qué es Río Tinto?

Río Tinto Alcan (RTA) es una multinacional dedicada al aluminio que propone invertir millones de dólares en Paraguay al instalar una planta de aluminio en el sureste del país, cerca de las grandes hidroeléctricas (Yacyretá e Itaipú). De aprobarse los planes, entraría en fase operativa en el 2016.

La propuesta de la empresa sostiene que el proyecto no implicaría una planta de extracción minera, sino de transformación de la materia extraída desde Brasil con el objeto de aprovechar (economizar) los recursos que puede proveer el Paraguay (energía y mano de obra baratas). 

RTA es de origen canadiense y está entre las principales multinacionales del mundo. Entre otras cosas, la empresa “trabaja el aluminio en tres etapas: en la primera, muy contagiante, convierte la bauxita en alúmina. En una segunda etapa, que es la que viene al Paraguay, por medio de la electricidad transforma la alúmina en aluminio. Y en una tercera, esta vez estaría en Brasil, adapta el aluminio a los diversos usos” (Glauser, 2011).

Según los diferentes documentos disponibles, la inversión de RTA en Paraguay será de alrededor de 3.500 millones de dólares para producir 674.000 toneladas de aluminio. Se calcula que la planta consumirá el 60% del consumo anual nacional de electricidad. Río Tinto importará el 100% de los insumos y exportará la totalidad de su producción.

Si el actual gobierno acepta las condiciones de Río Tinto, el Estado Paraguayo deberá hacerse cargo de la construcción de obras públicas por valor de 1.000 millones de dólares, que pagarán todos los paraguayos y un subsidio anual que llegará a 12.000 millones de dólares en veinte años, que pagarán todos los paraguayos. Río Tinto empleará en forma directa alrededor de 1.250 personas durante 20 años (1400 veces menos que la industria tradicional) y pagará entre un 2 a 7 % de impuestos sobre la facturación, entre 96 y 28 millones de dólares por año.
En 20 años todos los paraguayos pagarán 13 mil millones de dólares del costo de la inversión y recibirán a lo sumo 2 mil millones de Río Tinto en concepto de impuestos. Está claro que Paraguay pierde económicamente y medioambientalmente con Río Tinto (Ver Resumen de Audiencia Pública sobre Inversión de Río Tinto Alcan),
 

La historia de Río Tinto en Paraguay.

En el año 2009 la transnacional RTA toma contacto con el gobierno paraguayo con la intención de iniciar las negociaciones para la instalación de la empresa en territorio guaraní. Desde entonces comenzó un intenso lobby por parte de la empresa que no conseguía terminar de negociar su establecimiento en Paraguay. Se sucedieron reuniones, audiencias, conversaciones durante el gobierno de Lugo, sin llegar a puerto definitivo.

La piedra más dura en el camino de RTA en Paraguay fue Mercedes Canese (Tekojoja), ahora ex viceministra de Minas y Energía. Canese pensaba que la prioridad era realizar un debate público sobre todos los aspectos que implicara la instalación de ese proyecto y enfatizaba en estudiar con profundidad el tema del consumo energético que requeriría el mega-emprendimiento, como punto más sensible de la propuesta de RTA, además no resultaban menores los aspectos medioambientales y la generación de empleos.

Pero el ministro de Industria y Comercio, Francisco Rivas Almada (PLRA), fue siempre más bien condescendiente con la intencionalidad de la empresa canadiense. La continuidad de Rivas al frente de esa cartera fue confirmada por la gestión de Franco. En tanto, Diego Zavala abogado coordinador del Equipo Técnico Interinstitucional (ETI), que llevaba a cabo los estudios y las negociaciones con la transnacional canadiense Rio Tinto Alcan, asumió con el gobierno de Franco el cargo de viceministro de Comercio.

Federico Franco visitó la empresa en Canadá como vicepresidente del Paraguay y comenzó a presionar al gabinete para que se cerrara el negocio; siempre dejando en claro que si el trato no se había efectuado ya, era por causa del entonces presidente Fernando Lugo, su viceministra (Canese) y una supuesta preferencia por la economía brasileña. De hecho,  Lugo no estaba convencido de las supuestas ventajas que traería la transnacional, según declaraciones realizadas a fines de 2011 (Nuñez, 2012).

Frente a la polarización de posturas antagónicas: “Río Tinto sí” o “Río Tinto no” que convivían en el gobierno, terminaba definiendo la indecisión, algo característico en la gestión de Lugo, que de hecho albergaba en su seno contradicciones muy profundas.

Tres años sucedieron así, sin avances relevantes que fueron motivos de frecuentes presiones por parte de los representantes de RTA. Entonces llegó el golpe parlamentario el 22 de junio de 2012, y Canadá se alegró de tal modo que fue el tercero y uno de los pocos Estados que rápidamente reconocieron a Federico Franco como legitimo presidente del Paraguay.

El largo transcurrir de las relaciones entre el gobierno paraguayo y la RTA se precipitó en una semana. Era sabido que Franco era un ferviente interesado en la propuesta canadiense y entre sus primeras acciones de gobierno se encuentra la orden a la dependencia específica para una rápida concreción.

“Tras recibir un detallado informe del equipo técnico encargado de evaluar el proyecto de instalar una fábrica de aluminio en Paraguay, el Equipo Económico Nacional autorizó al ministro de Industria y Comercio, Francisco Rivas, a iniciar la negociación con la empresa canadiense Rio Tinto Alcan, interesada en el emprendimiento.

Por la conducción económica del gobierno de Federico Franco participaron los ministros de Hacienda, Manuel Ferreira Brusquetti; de Industria y Comercio, Francisco Rivas; de Obras Públicas y Comunicaciones; Enrique Salyn Buzarquis; de la Secretaría del Ambiente, Gilberto Osnaghi; el presidente del Banco Central, Jorge Corvalán, y el titular de la ANDE, Carlos Heisele.

El Equipo Técnico Interinstitucional (ETI), presidido por el ministro Rivas y coordinado por Diego Zavala (nombrado como viceministro de Comercio), dio cuenta de los estudios realizados y las informaciones recogidas, que indican la conveniencia de la propuesta, y respondió a consultas y observaciones de los presentes.

Entre los aspectos analizados en la reunión, se destacaron los económicos, principalmente el papel estratégico que desempeñaría el proyecto para generar empleo, aumentar la recaudación impositiva y atraer nuevas inversiones en el país”.

FUENTE: ABC color "Equipo Económico autoriza al MIC a iniciar negociaciones con Rio Tinto

 

Federico Franco llegó a la presidencia mediante un juicio express que desplazó a Fernando Lugo en menos de 24 horas. En este contexto cuenta con sólo 14 meses para concretar su período de gestión de gobierno y aparentemente ya decidió avanzar con la instalación de una empresa que sellará por siempre el futuro de los paraguayos/as.

Revisar los antecedentes es una práctica común cuando se define un concurso, ya sea para la prestación de un servicio o para la definición de un contrato laboral. Pero al actual gobierno parece no importarle que RTA se encuentre en juicio por gravísimas acusaciones, por violación de derechos humanos y delitos de lesa humanidad (el caso se encuentra actualmente la Corte de EEUU de América, bajo una ley estadounidense de 1978 llamada Alien Tort Statute, en el caso "Sarei et al v. Rio Tinto Plc et al", 9na Corte de Apelaciones, Nro. 02-56256vi). Es sorprendente que con semejantes antecedentes existan funcionarios de gobierno sumamente entusiasmados en llevar a cabo el proyecto con RTA. Si hay algún otro interés particular involucrado por parte de los negociadores locales y extranjeros hasta el momento se desconoce, pero tampoco se descarta.

La crisis política que vive actualmente Paraguay obstruyó el flujo de capitales extranjeros hacia este país, pues es sabido que la inversión le huye a las condiciones de inestabilidad porque básicamente se trata de operaciones especulativas en las que se debe minimizar el riesgo. Llama la atención que no sea el caso de RTA y que esta empresa incluso intente aprovechar esta coyuntura para avanzar en las negociaciones. ¿Por qué tanto interés en concretar ese negocio en Paraguay a pesar de todo?

 
¿Vienen por nuestra energía? Vienen por todo.

Como se ha mencionado anteriormente, el punto del consumo energético es el más sensible de todos. Revisando los diferentes argumentos observamos que entre los discursos que se oponen a la instalación de la empresa están aquellos que sostienen: a) que en ocho años podría generarse un desabastecimiento interno en la energía del país que finalmente la terminaría pagando el pueblo, b) que la empresa requeriría de altísimos gastos de infraestructura que se exigirán al Estado paraguayo para operar, c) que la empresa consumiría tanta electricidad como consumen todas las fábricas existentes en el Paraguay y que la misma pagaría por ese enorme empleo de electricidad menos de lo que cuesta producirla en Itaipú, por lo que tendría que ser subsidiada, d) que en el período final la empresa no superaría la oferta de 2 mil puestos de trabajo mientras que la industria nacional genera más de 320 mil.

En síntesis, “el contrato sería hasta el 2035, y por él nos faltaría ya electricidad para otras fábricas, sobre todo para las que dan valor agregado a los productos agrícolas que son nuestra mayor riqueza”. (Glauser, 2011)

Curiosamente, las voces a favor de RTA no salen a desmentir los discursos recién mencionados que circulan públicamente. Sino que operan con mecanismos de desinformación y persuasión.

En cuanto al consumo energético, los representantes del gobierno de Franco no señalan que se falta a la verdad al indicar cómo RTA agotaría la energía del país, simplemente insisten en el “buen precio” que intentarían obtener en la negociación y advierten sobre un desarrollo económico que se lograría con dicho emprendimiento. Al respecto son ilustrativas las palabras de Francisco Rivas, ministro de Industria y Comercio: “No se va a entregar nuestra riqueza natural sin que pueda ofrecer beneficios al Estado o al pueblo paraguayo”. Entonces sólo cabe la siguiente pregunta: ¿qué precio tiene la riqueza natural?

 

Los nuevos espejitos: promesas de fuentes de trabajo. El imaginario desarrollista y el frente extractivo.

La práctica de extraer de la tierra los recursos naturales en el menor tiempo posible, se ha intensificado y multiplicado en los últimos años, por eso se dice que se ha ampliado el frente extractivo en América Latina, particularmente en Paraguay este modelo se encuentra sumamente instalado en la agroindustria del país. La minería a gran escala, mega-minería, minería a cielo abierto son otras modalidades extractivas sumamente polémicas, que también están despertando resistencia y malestar en toda Latinoamérica.

La política neodesarrollista, con base extractivista aparece muy vinculada a la noción de “superación de la crisis”, tanto en relación a los años ´90, cuando los países latinoamericanos afrontaron en un contexto neoliberal procesos de fuertes crisis económicas  como en el marco de la crisis estructural que hoy vive el capitalismo (Svampa, 2010)

En la primera década de 2000 la problemática reactualiza el imaginario desarrollista en el marco de un modelo de acumulación. Este imaginario se sostiene en la representación de que el hombre está por sobre la naturaleza y por lo tanto tiene derecho a modificarla en función de sus intereses. En esta misma dirección, se piensa a la naturaleza como fuente inagotable de recursos, no tomando parte en la responsabilidad por los cambios medioambientales.

En este sentido, se produce una nueva división del trabajo: algunos países se favorecen económicamente de la extracción de recursos en detrimento de otros países que resultan receptores de los conflictos ecológicos y territoriales. Se perjudica sobre todo a aquellos países del sur, que plantean una mayor vulnerabilidad y se presentan como estructuras de oportunidades sensibles. En su mayoría los gobiernos latinoamericanos optaron por aprovechar esta “oportunidad” brindada por el sistema económico mundial, minimizando las consecuencias medioambientales de la política neodesarrollista con base extractivista (Svampa, 2010). Eventualmente, la instalación de una multinacional puede, en una primera etapa,  traer una sensación de mejora o bienestar en los sectores involucrados.

Tal como sintetiza la socióloga argentina  Maristella Svampa :

“En suma, el modelo de acumulación por desposesión se asienta sobre la expropiación económica, la destrucción de territorios y la depredación ambiental. La megaminería a cielo abierto,  la privatización de tierras, la construcción de grandes represas, el boom de los agro-negocios basados en los transgénicos y la siembra directa, los proyectos previstos por el IIRSA y los llamados biocombustibles, ilustran a cabalidad esta nueva división territorial y global del trabajo entre el Norte y el Sur en el contexto del capitalismo actual, y van generando transformaciones mayores, en la medida en que destruyen y reorientan la economía de pueblos enteros, sus estilos y condiciones de vida, y amenazan en el mediano plazo la sustentabilidad ecológica”.

 

Como se mencionó anteriormente, el frente extractivista está radicalizado en la agricultura paraguaya. Lo empresarios del agronegocio poseen bajísimas retenciones impositivas y desarrollan una especie de “minería biológica”, fundamentalmente con la producción extensiva de soja transgénica.

Paraguay tiene la oportunidad de evitar el avance de otros tipos de minería, y por supuesto es urgente la toma de medidas para limitar el agronegocio y propiciar la redistribución de su renta.

Las promesas de RTA son “mayor crecimiento económico con generación de empleo y diversificación de la estructura productiva”. Particularmente resulta llamativa la propuesta de “aprovechamiento de los recursos energéticos y humanos”. Pensar en “aprovechar un recurso humano” no sólo implica mercantilizar la vida, sino que se sugiere la existencia de un capital humano ocioso e improductivo. En consecuencia, bajo estas lógicas de sentido las comunidades locales son vistas como un capital ocioso e improductivo pasible de ser utilizado como recurso en un proyecto económico deshumanizado. Estos modelos de desarrollo instalan un imaginario que los “productores” son sólo aquellos que detentan el poder económico, mientras que los campesinos e indígenas, que tienen otras formas de producción y sobrevivencia son tildados de haraganes, ignorantes, improductivos.

La propuesta de RTA se plantea como un “nuevo modelo” que se sustenta no solo en la exportación de energía eléctrica sino también en inversiones productivas. Históricamente este tipo de empresas trasnacionales han ido mutando su modus operandi en la búsqueda de aceptación por parte de las comunidades locales y los Estados nacionales. Pues bien, en ese “nuevo modelo” no se observa otra cosa que el aggiornamiento de arcaicos ejes que apuntan a la legitimación social de los intereses de la empresa, bucando la aceptación social para la reducción de la conflictividad.

Como se observa en el discurso de la empresa, se enfatiza sobre el desarrollo económico en todas sus dimensiones del mismo modo que la política neodesarrollista, liberal, con base extractivista, en el marco de un modelo modernizador, suele enunciar. No obstante, cabe tener en cuenta que los impactos económicos que se prometen son todas estimaciones que no trascienden de una hipótesis muy bien formulada. En la propuesta de la empresa RTA se insiste en los beneficios que la instalación de la planta traería al país, pero nada se dice de las ganancias que obtendría RTA, ¿o acaso la empresa no tendría ganancia alguna y esto se trata de un fin benéfico?

No es extraño encontrar esta narrativa en la empresa, lo que sí resulta preocupantes es hallar estos mismos dispositivos de enunciación en el discurso del actual gobierno paraguayo:

“Para el ETI, el impacto económico es el factor que debe concentrar nuestra atención. Señala que los países competitivos miran, por sobre todas las cosas, el impacto económico, y no simplemente el precio al que venden la energía. Señala que si hay suficiente impacto económico, entonces el uso de nuestra energía eléctrica habrá sido provechosa”.

FUENTE: ABC color "Equipo Económico autoriza al MIC a iniciar negociaciones con Rio Tinto

“Asimismo, el ministro resaltó que para el ETI y para el Gobierno nacional la de RTA “es una inversión conveniente”, siempre y cuando el aluminio que llegue a producir Rio Tinto, que es una materia prima para otras industrias, tenga un valor agregado en nuestro país en al menos un 50% de ese volumen”

FUENTE: ABC color "Franco da instrucciones para negociar con Rio Tinto Alcan

Si bien se debe reconocer las limitaciones que tiene Paraguay como generador de renta y de divisas, que afectan a la economía interna y a la macroeconomía, este escenario hostil no puede crear una estructura de oportunidades que habilite el saqueo.

La participación del sector privado en la economía, así como otras “virtudes” que RTA ofrece al Estado paraguayo, no pueden provenir de un lobby con intereses particulares, sino que debe surgir de una política nacional encarada por el Estado en función de las necesidades de sus habitantes.

Por otra parte, variables como la “inversión” o el “crecimiento económico” no pueden considerarse a priori ni en términos absolutos. La inversión debe evaluarse en función a los impactos sociales y ambientales, ya que si una “alta inversión” implicará al mismo tiempo una “amplia destrucción”, la ecuación termina por ser negativa. Lo mismo ocurre con el “crecimiento económico”, éste no debería ser analizado sin tener en cuenta la distribución y el ingreso per capita.

 

Dicotomía trabajo o medio ambiente.

En los documentos que se han revisado, la cuestión del impacto ambiental se encuentra totalmente minimizada. Partamos del principio fundamental que postula que no existe ninguna industria sin impacto sobre el medioambiente ya que una industria tiene por finalidad esencial transformar la naturaleza en post de la civilización. La naturaleza aparece como proveedora de recursos, y luego de pasar por un proceso de elaboración (primario o secundario) produce mercancías (más o menos útiles). En ese proceso de elaboración, es decir de transformación, la naturaleza sufre indefectiblemente una afectación. Por lo tanto, para cerrar un contrato y tomar una decisión este punto no puede eludirse; es más debe ser crucial a la hora de profundizar el caso. Es precisamente en función de los datos sobre esa afectación que el Estado nacional debe tomar una decisión. Esa información no puede, de ningún modo, ser provista por la empresa en cuestión.

La pregunta es la siguiente: ¿necesita el Paraguay violentar la naturaleza en pos de una promesa de desarrollo que no deja de ser hipotética? Es verdad que en Paraguay hacen falta nuevas fuentes laborales, ese punto es indiscutible. Los paraguayos y paraguayas necesitan trabajar. Es urgente una transformación estructural para que se puedan visualizar cambios en las  condiciones de vida de los habitantes de la región. Pero es el Estado quién debe decidir con autonomía en qué condiciones se promoverá el desarrollo (y qué tipo de desarrollo), observando no únicamente las necesidades individuales sino también las colectivas, priorizando siempre el respeto por la naturaleza.

Como se ha mencionado anteriormente, no es posible no tener en cuenta los antecedentes históricos de empresas multinacionales y transnacionales que ofrecen en un discurso benevolente mejorar las condiciones económicas y sociales de un país, y consecuentemente realizan prácticas que apuntan a la legitimación, es decir a la aceptación social. Experiencias ocurridas en otros países, muestran que cuando este procedimiento de legitimación tiene resultados positivos para la empresa, la comunidad termina por defender a la compañía que paradójicamente está envenenando y explotando a la población involucrada. 

De ningún modo pretendemos aquí socavar la inteligencia de los actores de las comunidades locales (sectores populares, indigenas, campesinos, etc). Por el contrario todas las personas tienen derecho a trabajar  y a vivir con salud y en sana convivencia con la naturaleza. Esto implica revisar la relación conceptual entre desarrollo/naturaleza; es decir dejar de concebir a la naturaleza únicamente como proveedora de recursos. En un país humanitario no debería existir la dicotomía trabajo/medioambiente como categorías antagónicas, porque en esta falsa polarización se esconde una verdad perversa: los sectores sociales más pobres ven reducidas sus posibilidades de elección y en este marco de pseuda libertad pueden decidir si morir de hambre o morir envenenados. Es decir, ellos no eligen cómo vivir sino cómo morir.

Como se ha demostrado a lo largo del texto, con la asunción de Franco el discurso desarrollista extractivista aparece con todo esplendor. El proyecto avanza a pasos agigantados, parece que para este gobierno de facto no hacen falta más estudios, evaluaciones y discusiones. El apuro por concretar el negocio se inserta en el escaso tiempo que le queda a Franco en el cargo, en el contexto de una economía en recesión, en el no reconocimiento internacional que sufre su gobierno y en la falta de apoyo popular.

Tampoco se visualiza la intención de ninguna consulta pública y democrática. Así nomás, repentinamente, como su llegada al gobierno, Franco decidirá por el futuro de paraguayos y paraguayas, de niños y niñas, animales, árboles, plantas, aire, agua, tierra… y la lista sigue. 

 

Fuentes:

Nuñez, Silvio, 2012: La transnacional Rio Tinto Alcán y el Golpe de Estado https://rebelion.org/noticia.php?id=152070

Nuñez, Silvio, 2012: Rio Tinto Alcán y el Golpe de Estado en Paraguay (segunda parte), https://www.rebelion.org/noticia.php?id=152166.

Glauser, Marcos, 2011: Existen 54 solicitudes para proyectos mineros en nuestro país https://ea.com.py/existen-54-solicitudes-para-proyectos-mineros-en-nuestro-pais/

Svampa, Maristella, 2010: Movimientos Sociales, matrices socio-políticos y nuevos escenarios en América Latina,  https://www.maristellasvampa.net/archivos/ensayo45.pdf

Proyecto de instalación de una planta  de aluminio en Paraguay. Ministerio de industria y comercio equipo de trabajo interinstitucional (ETI), www.stp.gov.py

https://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/equipo-economico-autoriza-al-mic-a-iniciar-negociaciones-con-rio-tinto-421151.html

https://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/franco-da-instrucciones-para-negociar-con-rio-tinto-alcan-419175.html

https://www.ultimahora.com/notas/543190-Ejecutivo-ultima-detalles-de-decreto-que-autorizara-al-MIC-negociar-con-Rio-Tinto-Alcan

https://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/analizan-tarifa-para-rio-tinto-422016.html

https://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/el-mic-destaca-potenciales-efectos-positivos-de-la-instalacion-de-rta-419735.html

https://www.ultimahora.com/notas/540938-Diego-Zavala-asume-como-viceministro-de-Comercio

https://ea.com.py/hay-que-profundizar-el-debate-en-cuanto-a-la-instalacion-de-la-empresa-rio-tinto-en-paraguay/

https://ea.com.py/para-ricardo-canese-que-el-gobierno-de-franco-hable-de-cobrar-60usmgwh-a-rio-tinto-es-solo-para-frenar-criticas/

https://ea.com.py/rio-tinto-extraera-mas-de-670-mil-toneladas-de-aluminio-en-el-pais/

www.ultimahora.com/notas/545706-Grupos-sociales-y-politicos-se-manifiestan-contra-instalacion-de-Rio-Tinto

www.abc.com.py/nacionales/cierran-primera-negociacion-427505.html

www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/que-el-rio-no-corra-tinto-427477.html

 

Por Delia Ramirez

con apoyo de Julia Cabello y Giovanna Guggiari